Insanity laughs under pressure, we´re cracking
Can´t we give ourselves another chance?
La locura se ríe bajo la presión, nos estamos quebrando.
¿no podemos darnos otra oportunidad?
En lo que llevamos de siglo XXI hemos visto como una serie de películas abordaban desde diferentes prismas un mismo tema, la presión y el equilibrio emocional en campos profesionales creativos. Los orígenes y las consecuencias de este tema pueden llegar a presentarse incluso como un continuo temporal a través de las tres obras que aquí se mencionan. Pero primero las presentaciones.
Whiplash. EEUU, 2014.
Opera prima (en realidad es la segunda película dirigida por él) de Damien Chazelle, narra el primer año universitario de un prometedor batería de jazz en una de las escuelas más elitistas de EEUU.
Cisne negro. EEUU, 2010.
Darren Aronofsky nos presenta a una joven bailarina que se encuentra ante la gran oportunidad de su vida, protagonizar el gran estreno de la nueva temporada de ballet en Nueva York, algo para lo que lleva preparándose toda su vida.
La pianista. Austria, 2001.
La vida de una exigente profesora de piano de mediana edad en un conservatorio de una gran ciudad europea (Viena) esconde oscuros comportamientos, que se harán más visibles con la aparición de un nuevo alumno. Largometraje dirigido por Michael Haneke.
El marco cronológico de las tres obras es apenas 15 años, los primeros de este siglo XXI, pero la temática ya había sido tratada con anterioridad en diversas ocasiones, si bien es la contemporaneidad de estas obras y el continuum narrativo que se puede observar entre sus protagonistas lo que las hace dignas de análisis dentro de un mismo todo. Para empezar en Whiplash el protagonista, Andrew, es un joven que se enfrenta a su primer año universitario en la escuela de música más prestigiosa del país. En Cisne negro, Nina ha acabado la fase formativa y ve ante sí la oportunidad con la que ha soñado toda su vida. Ser la protagonista de una obra de primer nivel. Y en La pianista, nos encontramos con Erika, quién a sus 40 años se dedica a la enseñanza de piano en el conservatorio de Viena. Así pues, queda cerrado esa especie de círculo (triángulo más bien), que tan bien se conoce dentro del mundo creativo desde el ojo académico: FORMACIÓN-ACTIVIDAD-ENSEÑANZA.
Para desmenuzar un poco más las similitudes y diferencias de estas obras, es necesario aislar cuatro ideas presentes en las tres películas y que influyen de manera capital en la psicología de los personajes y en su forma de enfrentar el mundo.
1. FAMILIA:
Las similitudes familiares que enmarcan la vida de los protagonistas son evidentes formalmente y psicológicamente. En los tres casos son familias monoparentales, con solo una figura como referente, siempre del mismo género, padre-hijo, madre-hija. Además, las figuras paternas presentan inclinación por el mundo cultural y, en el caso de Whiplash y Cisne negro, con carreras frustradas a sus espaldas. Esa falta hace que la vinculación padre hijo sea aun mayor. En La pianista la madre decide que su hija sea una estrella de la música basada en su admiración por estos profesionales. Puede verse como en escenas concretas de cada una de las películas, los personajes principales se revelan ante la figura paternal para gritar implícitamente triunfaré donde tú has fracasado. Has querido moldearme a tu imagen y semejanza, pero soy otra cosa. Mejor. Es en la familia donde está el origen de las disfunciones que los protagonistas muestran, desde un estadio de rebeldía adolescente a una superación de la sumisión más opresiva.
2. ARTE:
El mundo en el que desenvuelven es el de la academia, pero ligada en todos los casos a expresiones artísticas, no técnicas, de la misma. Es lo que mueve a estos personajes, funcionando como un fin en sí mismo que desborda la razón convirtiéndose en obsesión que deforma su capacidad de relacionarse en otros ámbitos de la vida. Aquí lo curioso es que la frase de Picasso siempre estoy haciendo cosas que no puedo hacer, así es como puedo hacerlas se convierte en hago siempre lo que ya sé hacer para alcanzar una perfección técnica. En la búsqueda u obtención de esa perfección técnica se les empujará a nuevos límites fuera de esa zona de confort para alcanzar una nueva noción de lo perfecto (Cisne Negro) o una metaperfección (esa concepción del ser recordado por su obra de Whiplash). El descubrimiento de que puede haber caminos igualmente brillantes de alcanzar esa “perfección” o que incluso puede haber algo más allá descoloca a los protagonistas, y sus reacciones ante estos dilemas son uno de los catalizadores de estas obras.
3. SOCIEDAD:
El mundo que les rodea les es extraño, la relación que se establece casi siempre es incompleta o acaba de manera frustrante para una o ambas partes, el personaje y el exterior del mismo. Esto viene dado por la desafección que siente con todo lo que no sea aquello para lo que se ha preparado durante toda su vida y que supone su verdadera motivación vital, trascendiendo la propia vida. En este pilar es en el que más claro puede verse la evolución de los personajes como un continuo de tres etapas vitales a través de sus relaciones y reacciones ante dos opuestos que se plantean en sus vidas. El amor y el deseo.
Para Andrew (Whiplash)la figura de la chica del cine al que acude con su padre representa ese primer amor, el cual no duda en frenar cuando ve que puede afectar su carrera como batería. Y lo hace con una argumentación donde no hay lugar para la emoción o la pasión. La llamada es una exposición de hechos futuros en esa carrera hacia el éxito. Sin embargo, cuando sufre el primer desengaño como batería, hace un intento por retomar el contacto con esa chica, intenta reorientar su pasión hacía el deseo físico y sexual, hacia el amor, hacia las relaciones humanas en definitiva.
Nina (Cisne negro) ya ha acabado su periodo formativo y está preparada para triunfar como protagonista de la nueva temporada de su compañía de ballet. Para hacerlo debe ser perfecta, lo que no le resulta un problema, pero el personaje que interpreta tiene dos caras, y la otra es lo contrario de lo que ella es. Libre, sensual y atrevida. Ha de liberarse de la figura opresiva de su madre, la cual influye también en su comportamiento sexual y pasional, y debe, en definitiva, atreverse a vivir por exigencias del guión.
Erika (La pianista), quién ha sido educada para ser pianista y quién ha tocado y toca para las clases más elitistas de Viena, se emplea como profesora en el conservatorio. En Erika, los estadios de desconexión social llegan a la máxima expresión. La opresión maternal y la obsesión profesional han creado una personalidad atrofiada emocionalmente, incapaz de liberarse si no es mediante conductas autodestructivas y sexualmente desviadas de lo común. En ella aparece representada en acto las represiones de los tres personajes, las cuales en este caso no ha sido capaz de superar. La presencia del dolor físico como contrario del amor/deseo es importante en los tres casos. Mientras en el caso de Andrew se manifiesta en la sangre que emana de la herida de su mano, dolor derivado del ensayo continuado, de la práctica extenuante, con Nina se manifiesta mediante las heridas de la espalda provocadas por ella misma y que no hacen más que crecer a lo largo de toda la película ejemplificando ese lado autodestructivo de odio hacia lo que ella es en el ámbito social, si bien ella no es consciente de sus autoagresiones, cosa que sí es Erika. La pianista incluso lleva consigo cuchillas de afeitar para provocarse cortes a escondidas de la madre como símbolo de rebeldía ante el yugo maternal, pero de una manera claramente deformada y distorsionada.
4. MENTOR:
La guía necesaria para alcanzar las metas propuestas para los personajes la da el mentor o maestro de la escuela de música en el caso de Whiplash y el director de la obra de ballet que Nina va a protagonizar en Cisne negro. Erika es la maestra en La pianista, y podemos de hecho ver en su personaje el dualismo de la relación mentor/alumno con la alumna a la que somete a unos niveles de presión extremos y que no es sino una reformulación de ella misma veinte años después (sirva la breve pero significativa presencia de la madre de la alumna en el film como ejemplo). Sin embargo, en su relación con Walter, el alumno nuevo que la turba, reformula la relación mentor/alumno, alternando el poder del uno sobre el otro debido a la necesidad de esta de escapar de su propia represión a través de el. De hecho es cuando el no sigue sus reglas, que ella se siente más indefensa y dolida, pero también más libre.
En los primeros dos casos ese mentor lleva a los protagonistas a límites más allá de los límites como le confesará a Andrew su profesor Terence Fletcher. Es un “todo vale” en pos de la creatividad y de la búsqueda del genio. Incluida su propia destrucción. Esto ocurre porque los términos en los que se mueven son academicistas en la peor de sus interpretaciones. La de un mercado de valores aplicado a la creación artística, algo que queda aun más claro en Cisne negro, donde la finalidad creativa es el éxito de crítica y de público. Todo es reducible. Nada más cuenta y todo es aceptable para alcanzar ese sueño. El sueño de la creatividad y de la pasión artística deviene en la pesadilla de la perfección obligada y de la presión inventada.
Xose Vigil
Xose y su innata curiosidad nos invitarán a descubrir todo tipo de expresiones culturales, centrándose especialmente en el mundo del cine y de las exposiciones.
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Muy interesante, gracias!
Otro nuevo fichaje con el que estamos encantados. Gracias equipo :)
Muchas gracias! Esperando estar a la altura del equipazo :)